- Mauricio Macri intentaba generar un acuerdo de gobernabilidad llamado “10 puntos básicos de previsibilidad”, cuyos ejes giraban alrededor del equilibrio fiscal, la reforma laboral, la reforma jubilatoria y el cumplimiento con los acreedores a como dé lugar, entre otras cosas.
- Por otro lado, CFK presentaba en el predio de La Rural su libro “Sinceramente”, con una épica y puesta en escena muy parecida a lo que recordábamos de sus últimas apariciones en contexto electoral.
Estos hechos, se leían como el reflejo de un clima
electoral similar al de las últimas tres elecciones. Al mismo tiempo, en los
diferentes comicios provinciales que se desarrollaban paralelamente y servían
de termómetro de cara al cierre de listas nacionales, iba creciendo la
competitividad de una tercera alternativa por fuera del Kirchnerismo y el
Macrismo, ya que según sondeos un 50% del electorado quería superar “la
grieta”.
Mucho se habla de lo complicado o imposible que es predecir o anticipar lo que podría suceder en la República Argentina: al mismo tiempo que la llamada “ancha avenida del medio” se hacía cada vez más fuerte, Cristina Fernández avanzaba hacia la unidad del peronismo, asistiendo a la reunión de la mesa de acción política del Partido Justicialista nacional, luego de varios años sin participar.
Sorpresivamente, a tan solo seis días de la elección de Córdoba y cuatro de la reunión en el PJ, se dio el anuncio de que Cristina Fernández acompañaría a la fórmula encabezada por Alberto Fernández, como candidata a vicepresidenta. Este hecho modificó rotundamente el panorama electoral nacional, e inspiró no solo esta publicación, sino también una nueva efeméride del espectro justicialista.
De esta manera, podríamos leer las diferentes estrategias que planteo cada una de las fuerzas, partiendo desde el supuesto de que el electorado tiene preferencias anteriores a las ofertas electorales, al mismo tiempo que los partidos buscan captar estas demandas para convertirlas en votos. En este sentido, las dos principales fuerzas políticas tuvieron diferentes lecturas de la realidad:
- Desde el comando electoral de Cambiemos se veía una sociedad polarizada que dividía sus preferencias entre una opción y otra. Es por ello, que su estrategia se centró en diferenciarse del Kirchnerismo – con el manual de 2015 – debido a que se realizaba una lectura de un electorado dividido en tercios, constituido por dos núcleos duros que ya tenían decidido su voto y un gran número de indecisos que no quería ni una opción ni la otra, pero que ambos se disputarían de cara a un supuesto ballotage de carácter inminente, con la “ventaja” de cambiemos de enfrentar a un peronismo dividido gracias a la existencia de la “tercera vía” propuesta por Alternativa Federal.
- A contramano de los sondeos y las mediciones que vaticinaban el escenario anteriormente descripto, la estrategia de Cristina Fernández pasaba por otro lado. En vez de polarizar, buscó hacia el centro del espectro político con un candidato más moderado y en una sorpresiva y audaz maniobra política, impulsó la candidatura de Alberto Fernández como presidente, con la mira puesta en garantizar el triunfo en primera vuelta. Esta jugada, modificó diametralmente el escenario que dividía el electorado en tercios, quedando totalmente vacía de contenido y competitividad la idea de una “tercera vía” o “avenida del medio” como se planteaba desde el espacio Alternativa Federal.
Recapitulando todos estos sucesos un año después, alejados de la vorágine electoral de ese entonces, cobra aún mayor relevancia esta decisión. Sin ir más lejos, esta tan difundida foto de Alternativa Federal todavía no cumplió un año.
Significó realmente un cambio de paradigma a la hora de pensar la política electoral: en el reinado de los sondeos, la consultoría y el marketing, la política volvió al centro de la escena. De esta manera Alberto Fernández se convirtió en candidato a presidente sin haber sido medido por ninguna encuesta hasta el momento de su nominación.
Asimismo, Cristina Fernández, marcó un hecho sin precedentes en la historia del justicialismo. Más allá de los diferentes apotegmas peronistas, muchas veces repetidos pero poca veces llevados a la práctica y reivindicando ser parte de “una generación que no buscó un lugar las listas, sino un lugar en la historia”, cedió la centralidad de la campaña electoral en pos de garantizar no solo la victoria electoral, sino también un marco de gobernabilidad.
Será tarea de las nuevas generaciones del peronismo, comprender, analizar y tomar como ejemplo este hecho disruptivo, recordando cada 18 de mayo como el día de la Unidad Peronista.
Centro de estudios y formación política "Yatasto". Provincia de Córdoba.
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